Reciente y muy oportunamente una amiga me envió un mensaje que por considerlo muy valido y de gran valor me permití editarlo y personalizarlo un poco para compartirlo.
Cuando pienso en el pasado, recuerdo cometer muchos errores; tuve bastantes aciertos pero también me equivoqué muchas veces. Ahora, cuando pienso en el futuro, estoy seguro que seguiré acertando y equivocándome. Es imposible acertar siempre, además de que entiendo y acepto de que no aprenderíamos nada al salirnos todo bien todo el tiempo.
Lo importante es que no perdamos el tiempo ni gastemos nuestra energía torturándonos.
Podemos ser un poco o exageradamente críticos con nosotros mismos para tomar conciencia de los errores y aprender de ellos, pero realmente no vale la pena machacarnos ni reprocharnos todo el tiempo.
Un día, un familiar me preguntó y juzgó por que tomé una decisión equivocada tiempo atrás. Si hubiese tenido el conocimiento y la madurez necesaria para aquella decisión, posiblemente habría sido diferente pero eso no lo sabré nunca.
¡Por eso te digo a ti que me lees!: “no te tortures por un error del pasado”
Talvez elegiste a la persona equivocada para casarte; A lo mejor te fuiste de una buena empresa para terminar en otra peor...quizás una hija embarazada que se fué de la casa.
Si te sientes culpable, ¡perdónate!, y comprende que actuaste así porque en ese momento la ocasión lo requería, o porque no estabas en tus cabales, o estabas bajo la influencia del alcohol o simplemente no estabas pensando correctamente. No vayas mas allá... No importa lo que sea, ¡no te tortures ya más!.
Existe una historia conocida sobre un pescador que llegó a la playa de madrugada para trabajar y encontró una bolsita llena de piedras. No había amanecido y entonces comenzó a lanzarlas al mar una a una; según las iba tirando iba amaneciendo, y cuando iba a lanzar la última piedra, vió que era una piedra preciosa. Muy arrepentido, le contó el incidente a un amigo y este le dijo:
– “hubiese sido mejor si prestases mas atención, pero piensa que todavía te queda la última piedra”
MORALEJA:
Hay personas que se pasan la vida reprochándose y martirizándose por lo que hicieron o dejaron de hacer siendo demasiado críticas por sus errores. Si eres una de ellas, hay un mensaje para ti:
“No pierdas tu tiempo con remordimientos ni arrepentimientos”.
Asume tus errores como aprendizajes, pide disculpas si lo crees conveniente, sigue tomando tus decisiones y vive “A TU MANERA”.
Todos aún tenemos muchas piedras preciosas en el corazón, muchos momentos mágicos que vivir y compartir. También hay muchos errores que cometer, claro.
Aproveche las oportunidades, disfrutemos plenamente la vida, y si de repente creemos que estamos equivocados pero creemos en nosotros mismos y decidimos dar un cambio de rumbo, ¡cambiemos y rectifiquemos!...esos son regalos del Padre Universal para todos (libre albedrío, capacidad de rectificar y aprender).
¡A mi todavía me queda una piedra!...¿Y a ustedes?
Cuando pienso en el pasado, recuerdo cometer muchos errores; tuve bastantes aciertos pero también me equivoqué muchas veces. Ahora, cuando pienso en el futuro, estoy seguro que seguiré acertando y equivocándome. Es imposible acertar siempre, además de que entiendo y acepto de que no aprenderíamos nada al salirnos todo bien todo el tiempo.
Lo importante es que no perdamos el tiempo ni gastemos nuestra energía torturándonos.
Podemos ser un poco o exageradamente críticos con nosotros mismos para tomar conciencia de los errores y aprender de ellos, pero realmente no vale la pena machacarnos ni reprocharnos todo el tiempo.
Un día, un familiar me preguntó y juzgó por que tomé una decisión equivocada tiempo atrás. Si hubiese tenido el conocimiento y la madurez necesaria para aquella decisión, posiblemente habría sido diferente pero eso no lo sabré nunca.
¡Por eso te digo a ti que me lees!: “no te tortures por un error del pasado”
Talvez elegiste a la persona equivocada para casarte; A lo mejor te fuiste de una buena empresa para terminar en otra peor...quizás una hija embarazada que se fué de la casa.
Si te sientes culpable, ¡perdónate!, y comprende que actuaste así porque en ese momento la ocasión lo requería, o porque no estabas en tus cabales, o estabas bajo la influencia del alcohol o simplemente no estabas pensando correctamente. No vayas mas allá... No importa lo que sea, ¡no te tortures ya más!.
Existe una historia conocida sobre un pescador que llegó a la playa de madrugada para trabajar y encontró una bolsita llena de piedras. No había amanecido y entonces comenzó a lanzarlas al mar una a una; según las iba tirando iba amaneciendo, y cuando iba a lanzar la última piedra, vió que era una piedra preciosa. Muy arrepentido, le contó el incidente a un amigo y este le dijo:
– “hubiese sido mejor si prestases mas atención, pero piensa que todavía te queda la última piedra”
MORALEJA:
Hay personas que se pasan la vida reprochándose y martirizándose por lo que hicieron o dejaron de hacer siendo demasiado críticas por sus errores. Si eres una de ellas, hay un mensaje para ti:
“No pierdas tu tiempo con remordimientos ni arrepentimientos”.
Asume tus errores como aprendizajes, pide disculpas si lo crees conveniente, sigue tomando tus decisiones y vive “A TU MANERA”.
Todos aún tenemos muchas piedras preciosas en el corazón, muchos momentos mágicos que vivir y compartir. También hay muchos errores que cometer, claro.
Aproveche las oportunidades, disfrutemos plenamente la vida, y si de repente creemos que estamos equivocados pero creemos en nosotros mismos y decidimos dar un cambio de rumbo, ¡cambiemos y rectifiquemos!...esos son regalos del Padre Universal para todos (libre albedrío, capacidad de rectificar y aprender).
¡A mi todavía me queda una piedra!...¿Y a ustedes?
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