Una improvisada tonada sobre un algo desafinado teclado se disimula por el prevaleciente jazz de la música que sin existir nota o partitura alguna toda la música ya existe en mi mente y de tal forma cada nota brota de mi mente y fluyen de entre mis dedos dando vida a mi sentimiento interpretando carcajadas, risas, llantos y gritos. Bendito instrumento pues después de la escritura es lo único que puedo crear, tocar y sentir con mis manos dando lugar y compartiendo un éxtasis irreal y mas sin embargo durante todo este limitado tiempo realmente puedo acariciar lo que desde hace tanto ansiaba así como te extraño a ti, tu voz, tus abrazos y tus besos…
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