Confieso que el horario algunas veces no es de lo más conveniente pero igual, tomé fuerzas y te llamé. Te quería ver, escuchar tu voz, mirar directamente en tus ojos y decirte que te extraño, que no te olvido y hasta de una vez por todas decirte que te amo…. Pero tu indiferencia, condiciones y demás fueron más fuertes que la voluntad y el destino por lo que hoy nuevamente escribo cobardemente lo que te deberías de haber escuchado. Para ocasiones como éstas sólo es en el momento, no vale reprogramaciones ni citarse para otro día. La Magia se va así como cada día cada vez hay menos esperanzas y menos razón….
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