martes, 17 de abril de 2012
La Transformación
El romanticismo de un espíritu quebrantado y un alma adolorida ya no se comparan y han pasado a ser piezas en el rompecabezas de la mente de una máquina que con la fuerza que hoy he encontrado en tu ausencia y que un día me lastimaba tu falta; Ahora con cada momento el ánimo se levanta como si de una espada de fuego se tratase y los recuerdos no son ya más aquel mortal eco cuyo ritmo acompañaba mis noches y equivocadamente guiaban mis pasos cada día pero hoy, sin olvidar las manos que me han sido tendidas, finalmente libre del peso y ataduras de mortalidades como la consciencia y los sentimientos no hay sufrimiento en cada día, ni día en el que no recuerde en lo que hoy tantos se han convertido...
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