jueves, 15 de marzo de 2012

Viviendo cada día

Implacable el tiempo sigue su curso y ya a mediados del tercer mes de este año terminando la semana llego a casa, no te veo pero miro que la alegre sonrisa en tu foto siempre me alegra el alma y hace palpitar el corazón y tu brillante y radiante mirada fija me roba un suspiro siempre para decirme:

"Tranquilo. Todo va a estar bien. Ya pronto estaremos juntos."

Después de un rato, alisto la cama y como siempre acomodo tu almohada, apago la luz y creo que me quedé dormido por algún instante pues al poco rato escuche tus pasos y luego platicamos hasta el final de la noche y me quedé dormido una vez más en tus brazos sintiendo como acariciabas mi cabeza y me dabas pequeños besos sintiendo tu divino aroma y hasta el latir de tu corazón.  Así pasó un buen tiempo hasta quedar profundamente dormidos y te sentía a mi lado. Un día más que terminaba, una noche más que compartíamos alegres de vernos después de las diarias rutinas.

El suave resplandor del amanecer que entra por la pequeña ventana que está de tu lado de la cama, empezó a anunciar el día que recién empezaba, me di vuelta para acariciarte y darte los buenos días mas no estabas.

Comprendí nuevamente que otro sueño había sido....

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